Salmos 139 en Diferentes Versiones de La Biblia

Salmos 139
Salmos 139

Este Post contiene el Salmos 139 que habla sobre la Omnipresencia y Omnisciencia de Dios. Diferentes Versiones de la Biblia – Reina Valera 1960, NVI, TLA, NTV, DHH. Textos Biblicos.

Salmos 139 Reina Valera 1960 (RVR1960)

Omnipresencia y omnisciencia de Dios
Al músico principal. Salmo de David.

1 Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos.
3 Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos.
4 Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
5 Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano.
6 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender.
7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?
8 Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.
9 Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar.
10 Aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.
11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá alrededor de mí.
12 Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; lo mismo te son las tinieblas que la luz.
13 Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre.
14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien.
15 No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra.
16 Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas.
17 ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!.
18 Si los enumero, se multiplican más que la arena; despierto, y aún estoy contigo.
19 De cierto, oh Dios, harás morir al impío; apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios.
20 Porque blasfemias dicen ellos contra ti; tus enemigos toman en vano tu nombre.
21 ¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen, y me enardezco contra tus enemigos?.
22 Los aborrezco por completo; los tengo por enemigos.
23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos.
24 Y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.

Salmos 139 Nueva Versión Internacional (NVI)

Al director musical. Salmo de David.

1 Señor, tú me examinas, tú me conoces.
2 Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; aun a la distancia me lees el pensamiento.
3 Mis trajines y descansos los conoces; todos mis caminos te son familiares.
4 No me llega aún la palabra a la lengua cuando tú, Señor, ya la sabes toda.
5 Tu protección me envuelve por completo; me cubres con la palma de tu mano.
6 Conocimiento tan maravilloso rebasa mi comprensión; tan sublime es que no puedo entenderlo.
7 ¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu? ¿A dónde podría huir de tu presencia?.
8 Si subiera al cielo, allí estás tú; si tendiera mi lecho en el fondo del abismo, también estás allí.
9 Si me elevara sobre las alas del alba, o me estableciera en los extremos del mar.
10 Aun allí tu mano me guiaría, ¡me sostendría tu mano derecha!.
11 Y, si dijera: «Que me oculten las tinieblas; que la luz se haga noche en torno mío».
12 Ni las tinieblas serían oscuras para ti, y aun la noche sería clara como el día. ¡Lo mismo son para ti las tinieblas que la luz!.
13 Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre.
14 ¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!.
15 Mis huesos no te fueron desconocidos cuando en lo más recóndito era yo formado, cuando en lo más profundo de la tierra era yo entretejido.
16 Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos.
17 ¡Cuán preciosos, oh Dios, me son tus pensamientos! ¡Cuán inmensa es la suma de ellos!.
18 Si me propusiera contarlos, sumarían más que los granos de arena.
Y, si terminara de hacerlo, aún estaría a tu lado.
19 Oh Dios, ¡si les quitaras la vida a los impíos! ¡Si de mí se apartara la gente sanguinaria.
20 Esos que con malicia te difaman y que en vano se rebelan contra ti!.
21 ¿Acaso no aborrezco, Señor, a los que te odian, y abomino a los que te rechazan?.
22 El odio que les tengo es un odio implacable ¡los cuento entre mis enemigos!.
23 Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos.
24 Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno.

Salmos 139 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

Dios mío, tú me conoces
Himno de David.

1 Dios mío, tú me conoces muy bien ¡sabes todo acerca de mí!.
2 Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto ¡aunque esté lejos de ti,
me lees los pensamientos!.
3 Sabes lo que hago y lo que no hago ¡no hay nada que no sepas!.
4 Todavía no he dicho nada, y tú ya sabes qué diré.
5 Me tienes rodeado por completo ¡estoy bajo tu control!.
6 ¡Yo no alcanzo a comprender tu admirable conocimiento! ¡Queda fuera de mi alcance!.
7 ¡Jamás podría yo alejarme de tu espíritu, o pretender huir de ti!.
8 Si pudiera yo subir al cielo, allí te encontraría; si bajara a lo profundo de la tierra, también allí te encontraría.
9-10 Si volara yo hacia el este, tu mano derecha me guiaría; si me quedara a vivir en el oeste, también allí me darías tu ayuda.
11 Si yo quisiera que fuera ya de noche para esconderme en la oscuridad ¡de nada serviría!.
12 ¡Para ti no hay diferencia entre la oscuridad y la luz! ¡Para ti, hasta la noche brilla como la luz del sol!.
13 Dios mío, tú fuiste quien me formó en el vientre de mi madre. Tú fuiste quien formó cada parte de mi cuerpo.
14 Soy una creación maravillosa, y por eso te doy gracias. Todo lo que haces es maravilloso ¡de eso estoy bien seguro!.
15-16 Tú viste cuando mi cuerpo fue cobrando forma en las profundidades de la tierra ¡aún no había vivido un solo día, cuando tú ya habías decidido cuánto tiempo viviría! ¡Lo habías anotado en tu libro!.
17-18 Dios mío ¡qué difícil me resulta entender tus pensamientos! ¡Pero más difícil todavía me sería tratar de contarlos! ¡Serían más que la arena del mar! ¡Y aun si pudiera contarlos, me dormiría, y al despertar, todavía estarías conmigo!.
19 Dios mío, ¡cómo quisiera que a los asesinos los apartaras de mí! ¡Cómo quisiera que les quitaras la vida!.
20 Sin motivo alguno, esa gente habla mal de ti y se pone en contra tuya.
21 Dios mío, yo odio a los que te odian; aborrezco a los que te rechazan.
22 ¡Los odio profundamente! ¡Tus enemigos son mis enemigos!.
23 Dios mío, mira en el fondo de mi corazón, y pon a prueba mis pensamientos.
24 Dime si mi conducta no te agrada, y enséñame a vivir como quieres que yo viva.

Salmos 139 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Para el director del coro: Salmo de David.

1 Oh Señor, has examinado mi corazón y sabes todo acerca de mí.
2 Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; conoces mis pensamientos, aun cuando me encuentro lejos.
3 Me ves cuando viajo y cuando descanso en casa. Sabes todo lo que hago.
4 Sabes lo que voy a decir incluso antes de que lo diga, Señor.
5 Vas delante y detrás de mí. Pones tu mano de bendición sobre mi cabeza.
6 Semejante conocimiento es demasiado maravilloso para mí; ¡es tan elevado que no puedo entenderlo!.
7 ¡Jamás podría escaparme de tu Espíritu! ¡Jamás podría huir de tu presencia!.
8 Si subo al cielo, allí estás tú; si desciendo a la tumba, allí estás tú.
9 Si cabalgo sobre las alas de la mañana, si habito junto a los océanos más lejanos.
10 Aun allí me guiará tu mano y me sostendrá tu fuerza.
11 Podría pedirle a la oscuridad que me ocultara, y a la luz que me rodea, que se convierta en noche.
12 Pero ni siquiera en la oscuridad puedo esconderme de ti. Para ti, la noche es tan brillante como el día. La oscuridad y la luz son lo mismo para ti.
13 Tú creaste las delicadas partes internas de mi cuerpo y me entretejiste en el vientre de mi madre.
14 ¡Gracias por hacerme tan maravillosamente complejo! Tu fino trabajo es maravilloso, lo sé muy bien.
15 Tú me observabas mientras iba cobrando forma en secreto, mientras se entretejían mis partes en la oscuridad de la matriz.
16 Me viste antes de que naciera. Cada día de mi vida estaba registrado en tu libro. Cada momento fue diseñado antes de que un solo día pasara.
17 Qué preciosos son tus pensamientos acerca de mí, oh Dios. ¡No se pueden enumerar!.
18 Ni siquiera puedo contarlos; ¡suman más que los granos de la arena!
Y cuando despierto ¡todavía estás conmigo!.
19 ¡Oh Dios, si tan solo destruyeras a los perversos! ¡Lárguense de mi vida, ustedes asesinos!.
20 Blasfeman contra ti; tus enemigos hacen mal uso de tu nombre.
21 Oh Señor, ¿no debería odiar a los que te odian? ¿No debería despreciar a los que se te oponen?.
22 Sí, los odio con todas mis fuerzas, porque tus enemigos son mis enemigos.
23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce los pensamientos que me inquietan.
24 Señálame cualquier cosa en mí que te ofenda y guíame por el camino de la vida eterna.

Salmos 139 Dios Habla Hoy (DHH)

Dios lo sabe todo
Del maestro de coro. Salmo de David.

1 Señor, tú me has examinado y me conoces.
2 Tú conoces todas mis acciones; aun de lejos te das cuenta de lo que pienso.
3 Sabes todas mis andanzas, ¡sabes todo lo que hago!.
4 Aún no tengo la palabra en la lengua, y tú, Señor, ya la conoces.
5 Por todos lados me has rodeado; tienes puesta tu mano sobre mí.
6 Sabiduría tan admirable está fuera de mi alcance ¡es tan alta que no alcanzo a comprenderla!.
7 ¿A dónde podría ir, lejos de tu espíritu? ¿A dónde huiría, lejos de tu presencia?.
8 Si yo subiera a las alturas de los cielos, allí estás tú; y si bajara a las profundidades de la tierra, también estás allí.
9 Si levantara el vuelo hacia el oriente, o habitara en los límites del mar occidental.
10 Aun allí me alcanzaría tu mano ¡tu mano derecha no me soltaría!.
11 Si pensara esconderme en la oscuridad, o que se convirtiera en noche la luz que me rodea.
12 La oscuridad no me ocultaría de ti, y la noche sería tan brillante como el día ¡La oscuridad y la luz son lo mismo para ti!.
13 Tú fuiste quien formó todo mi cuerpo; tú me formaste en el vientre de mi madre.
14 Te alabo porque estoy maravillado, porque es maravilloso lo que has hecho ¡De ello estoy bien convencido!.
15 No te fue oculto el desarrollo de mi cuerpo mientras yo era formado en lo secreto, mientras era formado en lo más profundo de la tierra.
16 Tus ojos vieron mi cuerpo en formación; todo eso estaba escrito en tu libro. Habías señalado los días de mi vida cuando aún no existía ninguno de ellos.
17 Oh Dios, qué profundos me son tus pensamientos ¡infinito es el conjunto de ellos!.
18 Si yo quisiera contarlos, serían más que la arena; y si acaso terminara, aún estaría contigo.
19 Oh Dios, quítales la vida a los malvados y aleja de mí a los asesinos.
20 A los que hablan mal de ti y se levantan en vano en contra tuya.
21 Señor, ¿no odio acaso a los que te odian y desprecio a los que te desafían?.
22 ¡Los odio con toda mi alma! ¡Los considero mis enemigos!.
23 Oh Dios, examíname, reconoce mi corazón; ponme a prueba, reconoce mis pensamientos.
24 Mira si voy por el camino del mal, y guíame por el camino eterno.

Lee También:

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *